04 mayo 2007

Diablo

Como de trapo y con los colores viejos de sentirse tanto sobre los hombros.
Flaco, holgazán de espíritu y con pinta de rezago de tienda para las seis de la tarde. Olvida su nombre. No sabe de quien habla cuando miente. Abre la boca para que surja lo primero que venga y se arrepiente. Es su rutina.
No tiene amigos. A todos detesta. Fantasea con los comentarios a su muerte. Falsificaciones bobas de su ausencia.
Presume de rutas. De a pie. Iguales, olvidables, impuras.
Hoy cambió de peinado. La raya hacia el oeste hace difíciles las cosas. No se reconoce.
Dice: “Lo mejor es amar solo lo necesario para que nos amen pero no lo suficiente como para que nos necesiten”...
Los azulejos lo derriten todo. Se cepilla los dientes. Sonríe y vuelve al traje de caparazón.

de "ESPUMA"