19 diciembre 2006

T I G R E S


Cuando me mirás así, pienso que el cielo debe tener tigres que me protejan de mí misma.
Constelación de estrellas; otra vez piedra del camino.
Al levantarte, y mientras algo decías, supe que nunca iba a terminar de entenderte.
¿Qué estarías diciendo?... Dejé de escucharte cuando me llamaste al sillón y me abrasaste.
-No hables, no digas nada.
Cuando te quedás así, pienso que el cielo debe tener tigres que me protejan de mí misma.
- Bueno...
-¿Bueno qué?
- Me voy, mejor ahora...
-¿Y quién te dio permiso para eso?
-¿Nos vemos?
-¿Chau?
Bajamos por el edificio en ese ascensor infame que siempre me está echando.
El taxi se detiene, tampoco entiende absolutamente nada de ésta vida.
- Buenas noches... ¿a mi casa?
No vengas, no vuelvas, tengo todas las manos en los escapes producidos.
No vengas, no me fascines. No hay nada que recordar, nada que perseguir.
Ya nos hicimos grandes y me avergüenzan los aplausos.
De vez en cuando algún tigre gana.

de "Mercurio"

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